El miércoles 6 de diciembre de 2017, el presidente estadounidence, Donald Trump revirtió décadas de política de anteriores administraciones y reconoció a Jerusalén como la capital de Israel.
“Finalmente reconocemos lo obvio: que Jerusalén es la capital de Israel”, dijo Trump desde la Sala de Recepción Diplomática de la Casa Blanca. “Esto es ni más ni menos que un reconocimiento de la realidad. También es lo correcto. Es algo que hay que hacer”, agregó.
“Si bien los presidentes anteriores han hecho de esta una importante promesa de campaña, no la cumplieron. Hoy estoy cumpliendo”, añadió Trump en su discurso.
“Después de décadas de presidentes anteriores que se comprometieron a trasladar la embajada a Jerusalén en la campaña electoral, solo para renegar de esas promesas mientras estaba en el cargo, el presidente Trump ha cumplido su promesa de apoyar a uno de los aliados más fuertes de EE. UU”, reconoció un comunicado emitido por la Casa Blanca.
La decisión de Trump cumple una promesa de campaña y complacerá a los republicanos conservadores y evangélicos que constituyen una parte considerable de su apoyo interno.
El 14 de mayo de 2018, EE. UU., inauguró oficialmente su Embajada en Jerusalén, Israel, 70 años después del día en que el presidente Truman reconoció a Israel como un país independiente, convirtiendo a EE. UU., en la primera nación en hacerlo.
El presidente Trump abrió la embajada en Jerusalén en solo seis meses, en comparación con los siete a diez años que se esperaban para construir una embajada permanente completamente nueva y segura.
Para celebrar la apertura de la nueva Embajada de EE. UU., en Jerusalén, la Administración Trump envió una delegación de alto nivel, encabezada por el subsecretario de Estado John Sullivan e incluido el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, el asesor principal Jared Kushner, la asesora principal Ivanka Trump y el Representante Especial para Negociaciones Internacionales Jason Greenblatt.
Con información de WhiteHouse.