Una de las preguntas más comunes que se hacen durante Sucot es: Si las nubes de gloria rodearon a los judíos todo el tiempo durante cuarenta años en el desierto ¿Por qué justo construimos las “sucot” en esta época del año? ¿Por qué no es una mitzvá que hagamos todo el año?
La respuesta es muy profunda, Sucot llega en una época del año donde se cierran dos ciclos de fiestas judías distintos, el primer ciclo es el ciclo que empieza con Rosh Hashaná, continua con Yom Kipur y termina con Sucot. El segundo, es el que empieza con Pesaj, continua con Shavuot y termina con Sucot. Al finalizar ambos ciclos, Sucot representa el climax de la relación con D-os. En ambos la idea es que ya llegamos a un contacto tan íntimo con D-os que no necesitamos nada más que Su Presencia para estar con Él. La Sucá representa la intemperie la naturaleza.
El ciclo que comienza en Pesaj habla sobre la libertad. En Pesaj celebramos la salida de Egipto, el primer escalón de la libertad es cuando dejamos de ser esclavos. Dejamos de ser oprimidos por un pueblo externo, y dejamos de permitir que nuestros impulsos y deseos físicos nos controlen esa es la condición más básica de la libertad. Después de Pesaj celebramos Shavuot, cuando recibimos la Torá. La libertad sin dirección no tiene sentido. Cuando el hombre carece de propósito está perdido, ciego; vive en el dolor no podemos decir que sea realmente libre. La verdadera libertad es cuando uno puede dirigir su vida hacia un objetivo que lo obligue a mejorarse espiritualmente, que lo ayude a estar en paz y tener un propósito. El único propósito verdaderamente valioso es una vida ética dirigida hacia D-os, y eso celebramos cuando celebramos recibir la Torá. Aceptamos la guía de D-os aceptamos una forma de vida, una dirección.
Sucot es la cúspide de la libertad, no sólo no tienes amo humano, no sólo tienes dirección sino tu relación con D-os es completamente independiente de lo externo. Vives con Él en la intemperie, rodeado de Su Presencia, sin depender de absolutamente nada más. Esa independencia, es la cúspide de la libertad, necesitar sólo de tu Creador.
El primer ciclo como ya explicamos cierra el ciclo de expiación. Una vez que ya coronamos a D-os como Rey, una vez que ya fuimos perdonados por Él, nuestra cercanía con Él es absoluta. Es mucho más profunda que antes de haber pecado, porque ahora lo conocemos nuevamente tras habernos alejado y entendemos lo horrendo que sería el mundo sin un Creador, sin una guía, sin un sentido.
Sucot representa dos tipos de nubes de gloria distintos. Los sabios nos cuentan que la Presencia de D-os abandonó a los judíos cuando construyeron el Becerro de Oro. Por ende las nubes de gloria y las columnas de fuego se fueron. No fue hasta que Moisés subió al monte Moriá y D-os le otorgó el perdón divino, y los judíos empezaron la construcción del Tabernáculo que estas nubes regresaron. Esas nubes son muestra del perdón divino, del reencuentro del pueblo con D-os y son las nubes que celebramos en Sucot.
Artículo de Enlace Judío México