Hanukkah

8 CONSEJOS PARA CUANDO ENCIENDAS LAS VELAS DE HANUKA
Esta festividad de Hanukkah, no enciendas la Hanukiá para luego volver inmediatamente a tus quehaceres. Haz una pausa, disfruta el momento y profundiza la experiencia. Presento aquí ocho formas para hacer que tu encendido sea más interesante:

1. Reúne a tu familia:

Asegúrate de que todos estén presentes.
Hay algunas fuentes que sugieren que la antigua costumbre de jugar al sevivón tenía el mero objetivo de que los niños estuvieran presentes en el encendido y que se quedaran por un rato (¡obtener la atención de nuestros hijos no es un problema nuevo!). El simple hecho de reunir a la familia para el encendido transforma el momento en un evento.

2. Apaga las luces.

Apagar las luces en el cuarto pone en el centro de la escena a la estrella del show: la luz de la Hanukiá. Asegúrate de que todos tengan una Hanukiá para encender, especialmente los niños. Para los niños es muy divertido encender la Hanukiá y verla destellar y arder.

3. Comparte historias alrededor de la Hanukiá.

Después de encender la Hanukiá, siéntense juntos y compartan una idea o cuenten una historia. Compartan la historia de Januca, o una historia de un héroe judío moderno que represente los temas del día. Quienes tienen la bendición de tener presentes a los abuelos, siéntense y escuchen sus historias. Pueden compartir un recuerdo de Januca de su infancia. ¡Qué bonito es experimentar en carne propia el traspaso de la tradición de generación en generación!

4. Deja de trabajar.

La ley judía alienta a que no se haga ninguna tarea en la casa mientras las velas permanecen encendidas. Deja de lado las llamadas telefónicas, Facebook y responder emails. Dale atención absoluta a la belleza de la noche, a la belleza de tus hijos y tu familia. El Talmud dice que es la “festividad del hogar”. No dejes que nada interfiera con dejar que la luz de Hanukkah llene tu hogar.

5. Bailen juntos.

Después de encender las velas, pon música alegre. Toma a tus hijos, a tu familia y a tus amigos de la mano, ¡y bailen! Los días de Hanukkah deben llenarnos de felicidad. Bailar es una de las mejores formas para sentir la alegría.

6. Una plegaria privada.

Rav Najman de Breslov enseñó que el tiempo en que las velas están encendidas es un tiempo sagrado para la plegaria. Esas llamas nos conectan a lo milagroso y a lo eterno. ¿Tienes un amigo enfermo? ¿Hay un miembro de la familia o un amigo que está atravesando una etapa dura? Reza por ellos mientras arden las velas. Elige una plegaria del libro de Salmos o hazlo con tus propias palabras. En la presencia de las llamas sagradas podemos abrirnos y recitar plegarias sinceras.

7. Invita a amigos y familia a compartir el encendido contigo.

Un gran rabino dijo una vez: “Si quieres que tu festividad sea significativa, compártela con alguien más”. Cuanto más compartamos la festividad con los demás, mejor será la vivencia para nosotros y nuestra familia.

8. Una cena festiva.

Qué hermosa costumbre es celebrar Hanukkah con una comida que honre la festividad. Mientras la Hanukiá esté encendida, siéntense alrededor de la mesa y disfruten de deliciosas comidas festivas. Algunos comen latkes fritos de papa, otros donuts con mermelada y otros tienen la costumbre de servir manjares lácteos. Estas comidas deliciosas nos permiten “saborear” el milagro.
Nuestra alma anhela las luces de J
Hanukkah. Inyecta en estos días significado, alegría y esperanza, y empápate con su fortalecimiento y renovación, los cuales podrás llevar contigo durante las siguientes semanas y meses.

Por: Salomón Michan Mercado